Sacco y Vanzetti, inspiradores de luchas sindicales
Esa agonía es nuestro triunfo
[29/08/2002 - ACTA] Sacco y Vanzetti fueron condenados a muerte por un crimen que no cometieron. En realidad, fueron condenados por sus ideas revolucionarias. Este es un homenaje a su memoria.
�Pude haber muerto sin que nadie supiera de m�, como un desconocido, un fracasado. Ahora no somos un fracaso. Esta es nuestra carrera y nuestro triunfo. Nunca en toda nuestra vida podr�amos haber esperado emprender tal lucha por la tolerancia, por la justicia, por el entendimiento del hombre por el hombre, como lo hemos hecho ahora por accidente. La p�rdida de nuestras vidas, las vidas de un buen zapatero y un pobre vendedor de pescado, todo. Este �ltimo momento nos pertenece, esta agon�a es nuestro triunfo". Esto escribi� Vanzetti meses antes de su muerte: Esa agon�a es nuestro triunfo.
La historia registra que, hace 75 a�os, en Boston, Estados Unidos, fueron ejecutados un zapatero y un vendedor de pescado, Nicola Sacco y Bartolomeo Vanzetti. Ambos inmigrantes italianos, anarquistas. Fueron acusados de dos asesinatos durante un robo en 1920. Un crimen que fue usado contra los dos inmigrantes y se les responsabiliz� s�lo porque eran "radicales" y extranjeros en un pa�s que viv�a en medio de una ola de represi�n contra "los rojos".
Dicen de Vanzetti que adoraba la m�sica, le�a a Dante y a otros grandes de la literatura y, esa pasi�n, lo llev� a buscar las causas de por qu� millones de personas trabajaban todala vida para morir en la miseria, mientras unos pocos viv�an en la opulencia. Trabaj� en canteras de piedra en Connecticut, como pe�n en Youngstown, Ohio, en las f�bricas de acero de Pittsburgh y encabez� una huelga en Massachusetts.
Vanzetti, puesto en las listas negras por su participaci�n en una huelga en 1916, se dedic� a vender pescado, y se hizo amigo de su paisano Nicola Sacco. Los dos hombres participaron en huelgas, y apoyaron luchas obreras y en defensa de los trabajadores inmigrantes. Pero ya en 1920 ambos estaban en las listas secretas del Departamento de Justicia, y el 5 de mayo de ese a�o fueron detenidos y acusados como criminles. El juicio demostr� que no ten�an nada que ver con el crimen y que la real causa de la acuzaci�n eran sus actividades pol�ticas.
El 14 de julio de 1921 fueron declarados culpables y condenados a morir en la silla el�ctrica. "�Sonno inocente"! grit� Sacco en el tribunal. "�Matan a hombres inocentes!", dijo Vanzetti. El d�a de la ejecuci�n, cientos de miles de personas participaron en manifestaciones. En la ciudad de Nueva York la polic�a choc� contra unos 50 mil manifestantes, y miles m�s se concentraron en Boston para expresar su ira.
La noche antes, Sacco hab�a escrito una �ltima carta a su hijo Dante: "As�, hijo, en lugar de llorar, s� fuerte... y recuerda siempre, el juego de la felicidad no lo uses s�lo para ti. Ayuda a los d�biles que claman por ser ayudados, ayuda a los perseguidos y a las v�ctimas, porque ellos son tus mejores amigos; son los camaradas que luchan y caen como tu padre y Bartolomeo, que lucharon y cayeron por conquistar el goce de la libertad para todos".
El 23 de agosto de 1927 Sacco y Vanzetti fueron ejecutados por el estado de Massachusetts. Han pasado 75 a�os y Sacco y Vanzetti han navegado la historia donde �esa agon�a es nuestro triunfo�.
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