domingo, 16 de julio de 2006

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TRAFICANTES DE PIELES de Gustavo Alonso



Realizador y productor audiovisual independiente.

Guionista y co-investigador de LA VEREDA DE LA SOMBRA, documental sobre Fabian Polosecki de próximo estreno, y de FRAGMENTOS REVELADOS, que con realización de Ricardo de Angelis, da cuenta de la vida de Enrique Juárez, cineasta y militante asesinado y desaparecido durante la dictadura de 1976.

Jurado Concurso docente de Guión I y II, Universidad Nacional de La Plata, 2000




Una historia de la explotación
sexual en la Argentina

Pensar la Europa de la primera parte del siglo pasado tiñe el imaginario de un silbido de viento blanco y nebuloso. Para el sur de América los relatos de la época adquieren el valor de la historia oral, de viejas fotos sepia del Hotel de los Inmigrantes, de rastros únicos de abuelos fundándose a sí mismos.

Como todo relato, la historia de los inmigrantes se constituye en la forma de su propia narración, pero no consigue aniquilar el pasado que se niega a contar, aquello que no se dice. Se evoca la épica del cruce del Océano, el hambre y la familia. La laboriosidad y los problemas idiomáticos. Se sabe que la inmigración fue también desengaño y explotación, pero poco se comenta que el cruce del Atlántico, muchas mujeres lo pagaron con su propio cuerpo, que es decir con su vida entera.
Algunas comunidades omiten aquello que cree degradarla. Sin embargo, la memoria deja cicatrices por las que la historia comienza a filtrarse.
Las jóvenes judías, arrebatadas de las aldeas pobres de Rumania, Polonia, Hungría y Rusia con promesas de casamiento y vida nueva en América eran rematadas como hacienda y obligadas a prostituírse.
La de la Zwi Migdal es la historia de la esclavitud de la era moderna y también la evocación de una mentira que recorrió los puertos de Nueva York, La Habana, San Pablo, Río de Janeiro, Santos, Porto Alegre y Buenos Aires, constituyendo la organización de trata de blancas mas importantes de la historia de nuestro continente.

BAJAMOS DE LOS BARCOS

Con la palabra "América" como última posibilidad, Noé Trauman llegó a la Argentina con documentos falsificados en Mayo de 1906, prófugo de la policía secreta del zar Nicolás II. Dejaba para siempre en su Polonia natal un pasado anarquista que lo llevó al reconocimiento popular por sus intervenciones de acción directa, pero también por su nivel intelectual que legitimó polemizando públicamente con íconos como Bakunín y hasta con el ideólogo del marxismo ruso Pléjanov.
Trauman era uno de los dos millones y medio de inmigrantes europeos que llegaron a la Argentina durante las dos primeras décadas del siglo.
Los primeros años de aquel siglo fueron de un florecimiento económico que forjaría una burguesía que miraba a las grandes capitales europeas y plagiaba cada una de sus costumbres. Buenos Aires pretendía ser cosmopolita a fuerza de copia y consumo y la prostitución aún no estaba reglamentada en el país, siendo considerada una forma de diversión privada y personal, sólo criticada por instituciones moralistas, que por otra parte cuestionaban casi todas las formas de placer que no estuviesen vinculadas con la oración y la misa de los domingos. El 9 de Agosto de 1911 el diario cordobés Los Principios clamaba en su editorial, con furiosa indignación, una ley que prohibiera las casonas de citas. Mejor suerte corría todo aquello que funcionaba como un espejo del lujo europeo, y la sociedad se permitía saludar la apertura del Armenonville, un lujosísimo cabaret restaurante inaugurado en 1912 en la antigua avenida Alvear (hoy Libertador) y Tagle.
Conciente del deseo que despertaban las mujeres en la inmensa población masculina, con conocimiento de lo que ocurría en Rosario, con el antecedente que imponían los ateneos franceses y algunas entidades catalanas y a sabiendas de que muchos integrantes de su comunidad se dedicaban a la explotación de mujeres en Brasil desde 1867, Noé Trauman contactó a un puñado de inmigrantes polacos y juntó a ellos creó la Sociedad Israelita de Socorros Mutuos "Varsovia", instalándose en la avenida Mitre al 400 de Avellaneda. La Sociedad Varsovia obtuvo inmediatamente su personería jurídica con el amparo de su sede y los fundamentos de su acta fundacional: "... la ayuda mutua de todos sus asociados". El verdadero fin sería el desarrollo de una empresa floreciente ideada por Trauman: la "importación de jóvenes polacas" y su posterior explotación ilegal en el ejercicio de la prostitución.


LA PYME DEL PLACER

Con el aporte económico de sus primeros asociados, la Varsovia comienza el desarrollo de su negocio. Para eso se sirven de sus contactos familiares en las aldeas polacas, en la misma Varsovia, en Lodz y Cracovia, que se encargan del reclutamiento, con un criterio de selección todavía no del todo afinado, al punto tal de que aún hoy, algún anciano memorioso recuerda que en Ensenada la consigna con la que se invitaba al cliente era: "No mire cara", anunciando en un castellano esquemático que lo poco agraciado de los rostros deparaban sorpresas corporales inimaginables.
La Varsovia comienza a imponerse como una entidad cuyos fines trascienden rápidamente lo comercial. Sus socios participaban socialmente de actividades culturales y políticas, a la vez que pretendían imponer que su profesión sea considerada dentro del rubro comercio, sin ninguna valoración moral sobre la modalidad, habida cuenta de que el Ministerio de Salud, reconocía su existencia. En Rosario en 1911 la Asistencia Pública había revisado a 35 mil mujeres en busca de gonorrea y blenorragia, escandalizando con otra institución condenada socialmente: el Sifilocomío municipal. Así la Varsovia por ser una entidad organizada le convenía al Estado, no solo porque controlaba su propia "mercadería" sino también porque parte de lo recaudado era para la policía y la justicia, instituciones ya entonces tradicionalmente vinculadas con el retorno de dinero por corrupción.
A pesar de que las instituciones de control pretendían ignorar la existencia de la Varsovia, lo que le daba independencia para operar libremente, la comunidad judía no legitimaba a la próspera mutual, que administraba por entonces a 1500 mujeres y el marco político en el que Trauman se había formado le daba la espalda. Por un lado los primeros movimientos anarquistas argentinos lo repudiaban, porque para el pensamiento anarquista la prostitución es una lacra execrable. Por el otro, la propia comunidad lo rechazaba e impedía enterrar a los mutualistas en el cementerio judío de La Tablada y se negaba a casarlos en sus sinagogas. Asimismo la Cancillería de la República de Polonia intimaba al gobierno argentino al cambio de denominación de lo que consideraban una organización de proxenetas exiliados de su país utilizando el nombre de su ciudad emblemática: Varsovia.
La presión forzó a la Varsovia a pensar sus propias instituciones paralelas. Durante la primer década del 900 se producen importantes cambios en el seno de la mutual. En primer lugar se retiran los socios rusos y rumanos fundando la Asquenasum, una asociación mutual de características similares, pero con pupilas llegadas de otras regiones y un trato mucho mas rígido. Comenzaría entonces la etapa de enriquecimiento de los asociados judíos polacos, quienes a partir del desplante de su propia comunidad, adquieren un palacete de dos plantas en la Avenida Córdoba 3280, donde funcionaría su sede capitalina, que albergaba en sus amplios ambientes una casa de velatorios, un salón de fiestas y su propia sinagoga con sus propios rabinos que, adherentes de la Varsovia, eran los encargados de casar a los rufianes con las futuras prostitutas. Con ese marco institucional solo faltaba el lugar donde enterrar a sus muertos, ya que el resto de la comunidad no permitía que lo tmeiin, considerados impuros por su condición de rufianes, fuesen enterrados en ninguno de sus cementerios.
Los mutualistas de la Varsovia, enfrentados por completo con el resto de la comunidad, compran terrenos contiguos al Cementerio Israelita de Avellaneda y fundan así su propio campo santo1. Desde entonces rufianes y pupilas vivían su vida dentro de la organización, desde el embarque en puerto europeo hasta el entierro en Buenos Aires.


DIVISIÓN DE TRABAJO

Como toda organización empresaria, la Varsovia debió desarrollar un cuidadoso sistema de trabajo. Para ello necesitó de una figura central en el andamiaje delictivo: el rufián, delegado por la organización para relacionarse directamente con la mercadería. El rufián, era el encargado de conquistar jovencitas a partir de seducción personal, intuición y conocimiento. Originalmente el rufián, también conocido como cafishio o fioca, no trabajaba en el marco de organizaciones grandes como la Varsovia o la Asquenasum, pero su modo de trabajar, que consistía en explotar a un número de mujeres sin descuidar su tarea de captar nuevas pupilas, fue rápidamente adoptado por la Varsovia.
Rufián y pupila conformaban un sistema de relación conocido como "pareja tutelar", en la que la mujer ponía el trabajo activo mientras el rufián regenteaba nuevos lugares en busca de la mercadería, en un rol pasivo que lo identificaría para siempre con la figura del mantenido2.
Para la Varsovia era indispensable dentro de su estructura, la presencia de rufianes, que a su vez contactaban en Europa con corresponsales y correos. Al llegar a las aldeas del Este europeo, las corresponsales marcaban a las doncellas disponibles. Entonces el rufián, presentado en los pueblos como comerciante del rubro "importador de pieles", acordaba su noviazgo con los padres de las jóvenes y rápidamente las pedía en matrimonio. Parte de sus condiciones, bajo el acuerdo de enviar dinero desde América, era casamiento en la Argentina. Los futuros suegros, ahogados por la necesidad, acordaban cualquier cosa.
Las pupilas que llegaban a los puertos brasileños, desembarcaban procedentes de Marsella y París luego de haber sido iniciadas durante un par de semanas en su futuro oficio sudamericano. Lo mismo ocurría con los rufianes que se embarcaban a Norteamérica.
En el caso argentino el regreso de los rufianes solo se justificaba por la cantidad de mujeres, que llegadas a Buenos Aires eran inmediatamente rematadas por lotes, previo casamiento en la sinagoga de la calle Córdoba, para iniciar su período de ablandamiento durante dos semanas.
Arribadas por docenas, el remate se efectuaba en Capital con una cotización fijada en libras esterlinas e inmediatamente debían transformar sus sueños de progreso en servicio sexual.
La ciudad de Buenos Aires representaba sólo el centro de un organigrama planteado según el comportamiento de las pupilas. En los remates los lotes estaban integrados tanto por novicias como pupilas retobadas que eran castigadas por mala conducta (hurto, desobediencia, amenaza con denuncia judicial). Las que no eran compradas se las mandaba a los prostíbulos de provincia e inclusive a la Patagonia. En la localidad bonaerense de Tres Arroyos había un prostíbulo especial para "castigadas" que contaba con una veintena de mujeres. Un anciano lugareño recuerda una prostituta húngara que había pasado por mas de quince pueblos por mala conducta: "...haciendo la vida desde los 16 años. Ha conocido prostíbulos de Rosario, Santa Fe, Paraná, Concordia, Bahía Blanca, Córdoba y Casilda3." La anécdota es recordada puesto que la joven había estado en manos del Tesorero General de la Varsovia, Achiel Moustowsky.
El interior de la provincia de Buenos Aires era regenteado por los mas importantes representantes de la organización entre los que se destacaba Kloter Leille, comerciante cercano a Trauman y Moustowsky y propietario de veinte prostíbulos esparcidos en Benito Juárez, González Cháves, Tres Arroyos, Olavaria y Bahía Blanca.
De todas las poblaciones entre las que se esparcía la esclavitud transformada en negocio se destacan no solo la Capital Federal sino también San Fernando y muy especialmente Rosario, que alrededor de 1912 comienza a centralizar una zona dedicada a la prostitución en el barrio de Pichincha.
La zona de Rosario Norte representaba el centro prostibulario del país, llegando a figurar incluso en guías turísticas impresas en Europa, que consignaban entre sus recomendaciones: "Argentina, Rosario, Pichincha", antecedente de una idea de zona roja que se desarrollaría con el tiempo.
Si bien en 1915 el 70% de su población era masculina había ciertos supuestos teóricos de parte del Estado, que sostenía que eran necesarias las prostitutas para evitar desbordes, el caso rosarino guardaba algunas particularidades que le complicaban el negocio a los mutualistas de la Varsovia.
En Rosario convivían todos los grupos de explotación de mujeres que residían en el país, pero el monopolio era de los rufianes franceses, conocedores del mundillo portuario y denominados desde entonces por la jerga rosarina como "panzones"4. La zona norte de Rosario caracterizó otro tipo de rufián, representado por su condición de criollo. El rufián criollo tenía una doble aptitud para relacionarse con la ilegalidad, ya que no solo era rufián sino que también era guapo. A diferencia del resto de los inmigrantes puestos a explotadores, que enmascaraban su profesión ilegal con negocios y profesiones comerciales, la forma de trabajo del rufián criollo lo vinculaba con la política.
Los mutualistas judíos se enfrentaban a una competencia propia de la fauna rosarina, que incluía, en las afueras de la ciudad, lejos de las luces y la vorágine sexual diaria, un suburbio conocido como "La Ciudad Perdida", barrio bajo cuya característica eran sus calles de tierra y el olor a permanganato usado para la higiene que salía de entre sus cortinados. Sin embargo el prestigio de la Varsovia estaba dado por la célebre casa de citas Madame Safo, manejado por Malatesta, testaferro de la mutual y su esposa, la dama que le diera nombre al lugar. El Madame Safo ostentaba un plantel de treinta jóvenes mujeres y habitaciones tapizadas de alfombras y gobelinos con espejos en el techo. Su plantel era dócil, integrado por blanquisimas jovencitas europeas que costaban cinco pesos la lata5, la cifra mas cara abonada por un placer sexual tan ilimitado, que algún memorioso santafesino recuerda la pregunta: "¿Con peguito o sin peguito?", en clara alusión a un tipo definido de cliente, denominado actualmente zoofílico, conocido entonces como reventado6.
El ribereño poblado bonaerense de San Fernando era un lugar igualmente regenteado por la organización de judíos polacos. Pero la Capital Federal seguía siendo el lugar clave desde donde operar. Bajo el lema: "Rufián en la calle, señor en la casa" los mutualistas se mezclaban con la comunidad israelita que se iba corriendo hacia la zona lindera de la estación ferroviaria Once de Septiembre, conformando el gueto del Once.
Los alrededores de Plaza Miserere centralizaban la actividad comercial de turcos y judíos extendiendo su zona de desarrollo hasta el centro.
Pero su existencia dejó una marca imborrable en nuestra literatura. Largas charlas en la Confitería Las Violetas entre Noé Trauman y el periodista del diario Crítica, Roberto Arlt, dieron como resultado el personaje de Haffner, el Rufián Melancólico de su novela Los Siete Locos. El Rufián Melancólico de Arlt se dibuja a partir del pasado anarco de Trauman y su posterior desarrollo comercial. Dice su criatura: "el poder de ésta sociedad no derivará de lo que los socios quieran dar, sino de los prostíbulos anexos a cada célula. (...) Los prostíbulos producirán ingresos como para mantener las crecientes ramificaciones de la sociedad. En la cordillera estableceremos una colonia revolucionaria. Allí los novicios seguirán cursos de táctica ácrata, propaganda revolucionaria, ingeniería militar, instalaciones industriales, de manera que estos asociados el día que salgan de la colonia puedan establecer en cualquier parte una rama de la sociedad... ¿Me entiende? La sociedad secreta tendrá su academia, la academia de los revolucionarios7"
Trauman prefirió, en la vida real, poner la pedagogía al servicio del placer del cliente, entendiendo la acción directa como algo mucho mas divertido.


TODO ES HISTORIA

Con la primavera perfumando la Avenida de Mayo y las latosas guitarras criollas de Gardel de fondo, las fuerzas armadas deciden terminar con el gobierno democrático de Hipólito Irigoyen y el 6 de Septiembre de 1930 asume la presidencia el General Félix Uriburu.
"Viva la patria" saludaba Carlos Gardel al golpe militar desde la letra de un tango propagandista escrito por Santiago Aieta y García Jiménez. Comenzaba entonces la "Década Infame", la miseria general, las primeras ollas populares y los asentamientos espontáneos junto al Puerto Nuevo, antecedente de las villas miseria. Diez años que aportaron a la historia Argentina elementos emblemáticos para su posterior abordaje. Si bien el golpe de Estado de Uriburu fue paradigmático, también la década del '30 encarna el fin de las manifestaciones populares, el asesinato en el Senado de la Nación, el brindis inglés en la Bolsa de Comercio, la picana eléctrica y el primer millón y medio de desocupados.
La década golpista representa el principio del fin de las libertades individuales y para ello Uriburu decide poner al frente de la Policía Federal al comisario Julio Alsogaray, hombre fuerte de ideales firmes proveniente de una familia que durante años iba a representar la servidumbre de la oligarquía militar argentina.
Con el crecimiento del pensamiento fascista en Europa el antisemitismo era la lógica que regía a los militares que veían en el pueblo de Israel la cuna económica del marxismo leninista y se puede rastrear en esas huellas de la historia la ideología antisemita y el desprecio hacia lo judío, instalado en las fuerzas de seguridad, que llegaría hasta nuestros días. La inmigración no era vista con buenos ojos y parte de los males de la sociedad (anarquistas, judíos, socialistas libertarios) respondían a extranjeros llegados desde el viejo continente. El contexto no era el ideal para el tráfico y la prostitución. En En
su libro "La trilogía del placer en la Argentina" el comisario Alsogaray calcula que la Zwi Migdal con sus asociados explotaba en nuestro país 2000 prostíbulos con 30.000 mujeres y un término medio de rendimiento de 3.000 pesos mensuales mientras que la rumana Asquenasum con la mitad de la estructura obtenía 54 millones anuales. El mismo volumen de divisas transfería la explotación clandestina de los cafishios locales, lo que eleva el número total de divisas a mas de 200 millones de pesos anuales surgido de la explotación de mujeres.
Semejante circulación de dinero otorgaba una rentabilidad capaz de corromper a la justicia y las fuerzas policiales. Así, la policía no sólo no detenía a los maleantes sino que permitía la propagación de delitos.
La justicia obstruía el proceso contra los traficantes y no hacía lugar a las denuncias de las prostitutas, las que quedaban libradas a las venganzas de los rufianes. También los políticos se involucran en esta sociedad degradada.
Con denuncias de la Cancillería polaca, de la Sociedad Israelita de Protección de Mujeres y Niñas con el apoyo de la totalidad de entidades judías unificadas en la AMIA, la mutual Varsovia comienza a ser investigada.
Ya en el '27 Trauman decide convocar a una asamblea para cambiar el nombre por el de Zwi Migdal. Sería el único cambio. El poder económico les permitía seguir controlando funcionarios de la Dirección de Migraciones, falsificadores de documentos, oficiales de Justicia y hasta jueces, que cobraban muchas veces en especias.


EL DÍA DE LA MUJER

A fines del '26 el periodista francés Albert Londres se propone visitar Sudamérica. Su objetivo era investigar a los hombres del "milieu", los "maquereau" franceses que explotaban a sus mujeres y que en Argentina se conocían como panzones.
La fama de la organización Zwi Migdal motivó que el periodista Albert Londres llegara ese mismo año al país y fascinado por el tema escribiera "El camino de Buenos Aires". Recorriendo la fauna nocturna porteña Londres descubre que son los polacos los que diseñaron una organización de trata de blancas. El libro fue editado en 1927 y el tema recorrió toda Europa bajo el título de "Le Chemin de Buenos Aires (La traite des Blanches)" elevando el prestigio de su autor.
Sin embargo Albert Londres quedó sorprendido por el excesivo cuidado hacia las mujeres y la rigidez de las reglas, percibiendo de manera clara que alguna grieta aparecería en algún momento.
El periodista no llegó a gozar de su predicción. Quien sí lo hizo fue el comisario Alsogaray cuando un 31 de diciembre de 1929 se apareció, entre sidras y sanguchitos de seccional, Raquel Liberman dispuesta a denunciar a la organización. Liberman, llegada a los 18 años y prostituta del barrio de Once, pidió el retiro de la Migdal cuando llegó a la edad en que su piel se devaluaba. Se casó con Salomón Khon y puso una casa de antigüedades.
Lo que Raquel Liberman no sabía era que Khon era miembro de la Migdal, y que sus conocidas, retiradas de la actividad, estaban casadas con integrantes de la mutual, lo cual significaba que nunca se salía de la organización. Descubrir eso fue descubrirlo todo. A pesar de las ofertas de los socios de su marido y de las amenazas de éste, Liberman, silenciada Pandora8 relató al juez Rodríguez Ocampo su llegada al país, que multiplicaba la historia por miles. El diario La Capital de Rosario del 15 de septiembre de 1930 anunciaba que habían sido descubiertas muchas irregularidades en la División de Investigaciones, entre otras cuestiones, los caftens franceses obtenían documentos de identidad y pasaportes falsos, además de protección.
La primavera del '30 encontró a 108 rufianes judíos polacos con prisión preventiva y la totalidad de sus locales allanados. Alguno de ellos desplazaron su negocio a Centroamérica, otros como el administrador rosarino Malatesta y el abogado Moisés Blikster fueron deportados a su patria de origen. Finalmente la Justicia liberó a la totalidad de los mafiosos, dejando encarcelados sólo a tres. Entre ellos no estaba Noé Trauman. Unos días en la calle Nueva York de Berisso le alcanzaron de aguantadero para fugarse a Colonia y encontrarse con su muerte natural en 1933.

NOTAS
1 En la actualidad el Cementerio de los mutualistas en Avellanada, permanece descuidado y en estado de abandono. Ni su cuidador, ni la Municipalidad de Avellaneda ni el contiguo Cementerio Israelita hacen declaraciones sobre la titularidad de los propietarios de los terrenos.

2 El término cafishio, derivado del argot y del lunfardo, es utilizado aún hoy para describir a aquel que vive del producto de otro o que reniega del trabajo.

3 El dato es una demostración del nivel de organización de la prostitución, teniendo en cuenta que Casilda se declaró ciudad recién en 1907.

4 El término panzón o panzones se convirtió en denominación genérica de todos aquellos rufianes o cafishios que desarrollaran la actividad. Si bien los integrantes de la Varsovia y la Asquenasum eran también denominados rusitos, el mote de panzones también alcanzaba a ellos.

5 La transacción comercial para acceder sexualmente a las habitaciones se daba por la compra de una ficha circular de metal de diferente valor conocida como la lata. El mas caro era el Madame Safo.

6 Los reventados eran aquellos cuyos hábitos sexuales, pero también sociales, excedían cierto marco reglado aún en la ilegalidad. Básicamente la condición de reventado le era atribuida a los marineros mercantes y su entorno portuario.

7 Arlt, Roberto: "Los Siete locos", Biblioteca Ayacucho, Hyspamerica, Buenos Aires, 1986

8 Según el relato que el helenista francés Jean-Pierre Vernant narra en "L'Univers, les Dieux, les Hommes": "... Zeus convoca a Hefestos, Atenea, Afrodita y algunas divinidades menores como las Horas. Ordena a Hefestos que moje arcilla con agua y modele una muñeca con figura de mujer (...). Llega el turno de Hermes que la anima y le confiere la energía y la voz de un ser humano (...). Zeus pide a Atenea y a Afrodita que prolonguen su belleza en el vestuario (...) y la joven virginal brilla en todo su esplendor (...). La primera mujer está de pie delante de los dioses, el arquetipo de la mujer a imagen de las diosas inmortales. Pero Hermes pone en su boca palabras mentirosas, la dota de un espíritu de perra, de un temperamento de ladrona, y de ella ha de surgir toda la 'raza de mujeres' (...). He aquí a Pandora, luminosa a la manera de Afrodita, hecha de mentiras y coquetería. Zeus crea este ser no para los dioses sino para los mortales, los hombres".






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