jueves, 21 de septiembre de 2006

Buenos Consejos

SUFRES DE OLVIDOS
Yo ya no me acuerdo si los sufro

¿Cómo se llama esa película en la que sale esta
artista que es guapísima, güera?... ¡ Sí, hombre !, la
alta, de pelo chino, que salió alguna vez con este
actor maravilloso que se llama, que salió en una obra
de teatro muy famosa. ¿ya sabes cuál digo, no?

ASÍ COMENZAMOS

A partir de los treinta años, por lo general, empiezas
a notar que tienes pequeños olvidos:

¿Cómo se llama este cuate? Lo conozco muy bien.
¿A qué hora era la cita, a las 5:00 ó 5:30?
¿Esto cómo me dijeron que funcionaba?
Mis llaves. ¿dónde las dejé?
¿En qué piso me estacioné?

Pero nada como cuando exclamamos ¡Me robaron el
coche ! , sin darnos cuenta de que salimos por la
puerta equivocada del centro comercial.

Aunque estos pequeños olvidos no afectan nuestra
vida, nos producen ansiedad.

Con terror, pensamos que el cerebro empieza a
convertirse en gelatina y nos preocupa quedar como la
tía Anastasia , que recuerda con lujo de detalle todo
acerca de su niñez en Morelia, pero no puede acordarse
de lo qué hizo ayer o esta misma mañana.

Si esto te suena familiar , no te preocupes, hay
esperanza.

Existen muchos mitos en los que las personas
equivocadamente relacionamos la edad con la falta de
memoria.

Los neurocientíficos han comprobado que:

La pérdida de memoria de corto plazo no se debe a la
edad o a que las neuronas se mueran y no se regeneren,
sino a la reducción del número de conexiones entre sí
de las neuronas o dentritas (ramas de las neuronas
que, a través de la sinapsis, reciben y procesan la
información de otras células nerviosas).

Esto sucede por una sencilla razón: falta de uso. Es
muy sencillo, así como se atrofia un músculo sin uso,
las dentritas también se atrofian si no se conectan
con frecuencia, y la habilidad del cerebro para meter
nueva información se reduce.

Es cierto, el ejercicio ayuda mucho a alertar la
mente; también hay vitaminas y medicinas que aumentan
la transmisión sináptica y fortalecen la memoria.

Sin embargo, nada como hacer que nuestro cerebro
fabrique su propio alimento:

Las neurotrofinas.

LAS NEUROTROFINAS

Son moléculas que producen y secretan las células
nerviosas, y actúan como alimento para mantenerse
saludables tanto a ellas como a las sinapsis.

Entre más activas estén las células del cerebro, más
cantidad de neurotrofinas producen y esto genera más
conexiones entre las distintas áreas del cerebro.

¿QUÉ PODEMOS HACER?

Lo que necesitamos es hacer pilates con las neuronas:


· estirarlas,

· sorprenderlas,

· sacarlas de su rutina,

· presentarles novedades inesperadas y

· divertidas a través de las emociones, del
olfato, la vista, el tacto, el gusto y el oído.

¿El resultado? El cerebro se vuelve más flexible,

más ágil , y su capacidad de memoria aumenta.

PROBABLEMENTE PIENSES…

Yo leo, trabajo, hago ejercicio y mil cosas más
durante el día, así que mi mente debe estar muy
estimulada.

La verdad es que la vida de la mayoría de nosotros se
lleva a cabo dentro de una serie de rutinas.

Piensa en un día o semana común y corriente:

¿Qué tan diferente es tu rutina de la mañana, tu ruta
hacia el trabajo, la hora en la que comes o regresas a
la casa? ¿El tiempo que pasas en el coche? ¿El tiempo
y los programas que ves en la televisión?

LAS ACTIVIDADES RUTINARIAS SON INCONSCIENTES

Hacen que el cerebro funcione en automático y
requieren un mínimo de energía.

Las experiencias pasan por las mismas carreteras
neuronales ya formadas.

No hay producción de neurotrofinas.

ALGUNOS EJERCICIOS QUE EXPANDEN SUSTANCIALMENTE LAS
DENTRITAS Y LA PRODUCCIÓN DE NEUROTROFINAS:

· Intenta, por lo menos, una vez por semana
ducharte con los ojos cerrados. Sólo con el tacto,
localiza las llaves, ajusta la temperatura del agua,
busca el jabón, el shampoo o crema de rasurar. Verás
cómo tus manos notarán texturas que nunca habías
percibido.

· Utiliza la mano NO dominante. Come, escribe, abre
la pasta, lávate los dientes, abre el cajón con la
mano que más trabajo te cueste usar.

ALGUNOS EJERCICIOS QUE EXPANDEN SUSTANCIALMENTE LAS
DENTRITAS Y LA PRODUCCIÓN DE NEUROTROFINAS:

· Leer en voz alta. Se activan distintos circuitos
que los que usas para leer en silencio.

· Cambia tus rutas, toma diferentes caminos para ir
al trabajo o a tu casa.

ALGUNOS EJERCICIOS QUE EXPANDEN SUSTANCIALMENTE LAS
DENTRITAS Y LA PRODUCCIÓN DE NEUROTROFINAS:

· Modifica tu rutina. Haz cosas diferentes. Sal,
conoce y platica con personas de diferentes edades,
trabajos e ideologías. Experimenta lo inesperado. Usa
las escaleras en lugar del elevador. Sal al campo,
camínalo, huélelo.

ALGUNOS EJERCICIOS QUE EXPANDEN SUSTANCIALMENTE LAS
DENTRITAS Y LA PRODUCCIÓN DE NEUROTROFINAS:

· Mejora la ubicación de algunas cosas. Al saber
dónde está todo, el cerebro ya construyó un mapa.
Cambia, por ejemplo el lugar del bote de la basura;
verás la cantidad de veces que aventarás el papel al
viejo lugar.

· Aprende una habilidad. Cualquier cosa; puede ser
fotografía, cocina, yoga, estudia un nuevo idioma. Si
te gusta armar rompecabezas o coches tápate un ojo
para que pierdas la percepción de la profundidad, por
lo que el cerebro tendrá que confiar en otras vías.

ALGUNOS EJERCICIOS QUE EXPANDEN SUSTANCIALMENTE LAS
DENTRITAS Y LA PRODUCCIÓN DE NEUROTROFINAS:

· Identifica objetos como monedas. Pon en tu coche
una taza con varias monedas diferentes y tenlas a la
mano para que, mientras estás en el alto del semáforo,
con los dedos trates de identificar la denominación de
cada una.

¿Por qué no abrimos la mente y probamos estos
ejercicios tan sencillos que, de acuerdo a los
estudios de Neurobiología del Duke University Medical
Center, amplían nuestra memoria?

Con suerte, nunca más volveremos a preguntar:

¿Dónde dejé mis llaves?